imagen : España. Dalí
La conexión vital de cultura e ideas se da en Jose Antonio Primo de Rivera de forma original y profunda. La izquierda en esta época ya gustaba de controlar de algún modo el universo cultural, lo que Ricardo de la Cierva llamaría con agudeza y sorna: El Frente popular de la cultura , pero salvo la gigantesca talla de Julián Besteiro, no puede decirse que los hombres de la izquierda como Prieto o menos aún Largo Caballero se esponjaran con las reflexiones artísticas . Tampoco en la derecha Gil Robles o Calvo Sotelo cultivaron esta línea que sin embargo aparece nítida en la vida del fundador de la Falange. La alternativa cultural fue inseparable de la acción política, ambas dos vectores auténticos de vida ( en expresión de Ortega).
Rafael Sánchez Mazas, Ernesto Giménez Caballero, José María Alfaro, Eugenio Montes, Luys Santa Marina, Pedro Mourlane Michelena, Jacinto Miquelarena, Agustín de Foxá, Samuel Ros y Dionisio Ridruejo fueron los diez paladines de la corte política y literaria de Jose Antonio Primo de Rivera. Hubo otros desde luego en las tertulias de La Ballena Alegre, por ejemplo el músico Tellería ( autor de la melodía del Cara al sol ) . Los políticos de la época, a derecha o izquierda , pero sobre todo en la derecha solían estar al margen de cualquier presencia cultural ( salvo las honrosas excepciones de artistas que esporádicamente se acercaron a la política como Jose María Pemán ) . José Antonio quiso rodearse desde el principio de escritores y artistas . De hecho su universo ideológico se repartía entre la actividad política que sentía como obligación moral – aunque no pocas veces le defraudara – y el cultivo de la intelectualidad y el arte que seguramente llenaban su espíritu. El hombre que un día proclamara que a los pueblos solo los han movido los poetas quiso abrazarse a creadores de novela y poesía, a personas capaces de imaginar otros mundos aunque fuera en los castillos de papel de los libros y las tertulias.
El intento de construcción de un Estado Nacional sindicalista resultaría fallido si bien las causas del fracaso ( parcial tal vez pues no pocos autores califican de periodo “ azul “ el que va desde 1939 a 1957 ) no son pacíficas . Seguramente sea la confluencia de varios hechos : la escasez humana de falangistas puros con capacidad y decisión, la evidente coalición de fuerzas diferentes que había conformado el bando nacional y de la que Falange – más allá de haberse impuesto en el estilo formal – era minoritaria, y desde luego la evolución y el resultado de la Segunda Guerra Mundial .
JERARQUIA – VERTICE. EL ESCORIAL
La creación de una base cultural tuvo desde el principio c dos grupos que aspiraban al predominio del nuevo Estado, el falangista propiciado por Serrano Suñer y con Dionisio Ridruejo como más entusiasta colaborador, y el católico que trato en todo momento de socavar la influencia falangista.
https://www.historia-actual.org/Publicaciones/index.php/hao/article/view/2077
La historia cultural de la Falange va a navegar en los vericuetos de esta formidable batalla ideológica que terminaría perdiendo de forma irremisible sobre todo en el campo del cine, pese a logros espléndidos en como Rojo y negro (Carlos Arévalo, 1942) y Surcos (José Antonio Nieves Conde, 1951)
Durante la guerra se publicó la revista Jerarqvia (Pamplona, 1936-1938) Se trata de un ejemplo interesante, aunque breve, del clasicismo de Falange, influido por el fascismo italiano. La redacción de Jerarquía, dirigida por Fermín Yzurdiaga estuvo formada por Carlos Foyaca de la Concha, Rafael García Serrano, Alfonso García Valdecasas, Ernesto Giménez Caballero, Pedro Laín Entralgo —estrecho colaborador de Yzurdiaga— Eugenio Montes, Martínez Crispín —que era el dibujante de la revista—, Ángel María Pascual, José María Pérez Salazar y Víctor de la Serna. También son reseñables las colaboraciones de Eugenio d’Ors, Manuel Ballesteros Gaibrois, Manuel Iribarren, Dionisio Ridruejo, Luis Rosales o Agustín de Foxá
Yzurdiaga ( 1903-1981 ) sacerdote y falangista ardoroso gozó de notable fama en la época, no exenta de polémica .
Vértice: revista nacional de Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S publicó su primer número en abril de 1937. Los textos de este primer número eran de los autores Federico de Urrutia, Dionisio Ridruejo, Carmen de Icaza, Martín Almagro, José María Usandizaga y el cineasta Benito Perojo. La publicación – 83 números – se mantuvo hasta que la Delegación Nacional de Prensa y Propaganda de Falange decidió dejar de publicarla en 1946. A lo largo de su existencia, las brillantes ilustraciones de la revista fueron obra de nada menos que Carlos Sáenz de Tejada, Jesús Olasagasti, Juan Antonio de Acha Pellón, Teodoro Delgado, Álvaro Delgado, Rosario de Velasco o José Caballero
La revista ESCORIAL , propiciada por el grupo de Ridruejo es el hito más importante de la reconstrucción cultural en España tras el final de la guerra. Buena muestra de ello fue el primer número de la revista. Menéndez Pidal colaboró con su enérgica defensa de los valores de servicio a la monarquía y de voluntad evangelizadora de la conquista de América. José Corts Grau identificó las reflexiones renacentistas de Luis Vives con el sentido imperial del nuevo régimen. Eugenio Montes salió al paso de la deshumanización provocada por la autonomía de la técnica en la sociedad industrial. El marqués de Lozoya escribió una furiosa y burlona caricatura de Erasmo. Laín comenzó sus reflexiones sobre la singularidad cristiana de la medicina. Poemas de Adriano del Valle, Juan Panero y José María Alfaro llenaron, con belleza, las páginas dedicadas a la lírica.
No parar hasta conquistar. Propaganda y política cultural falangista: el grupo de Escorial (1936-1986) Eduardo Iáñez Gijón, Ediciones Trea, 2011
https://idus.us.es/bitstream/handle/11441/13052/file_1.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Sin embargo, el artículo que había de señalar con más claridad el filo de la navaja sobre el que caminaban las intenciones de «Escorial» fue el texto de Ridruejo dedicado a Antonio Machado: «El poeta rescatado». Ridruejo parecía preguntarse cómo era posible que un español honrado hubiera podido oponerse a algo tan justo como Falange. Merece la pena detenerse un momento en las trayectorias de este hombre nacido en Burgo de Osma el 12 de octubre de 1912 ; la figura de Ridruejo simboliza de algún modo la tragedia española del siglo , sus miserias y grandezas y sus gigantescas contradicciones que sin embargo merecen ser comprendidas. Entender España, hacerla inteligible como escribiera Marías , es lo que intentó y vivió en sus carnes y en su espíritu Dionisio Ridruejo de forma íntima y radical.