La primera vez que estuve en un concierto de Raphael – me llevó mi madre- fue en 1981 en el espectáculo 20 años en escena . Fue una experiencia maravillosa que se ha ido repitiendo año tras año, recitales, teatro ( Jekyll y Hyde inolvidable), 50 aniversario, 60  ….  Y ahora en 2023  un espectacular Victoria en el que durante dos horas y cuarto Raphael , a sus ochenta años, demuestra no solo que sigue siendo aquel sino que continúa siendo el mejor, el más personal , carismático y brillante. Raphael es mucho más que un cantante, es un artista completo que junto a una voz prodigiosa interpreta en todos los registros posibles cada tema musical ,

Una vez más fue la gran noche de Raphael . Todas las entradas vendidas, sentimiento en la voz, música acariciando cada gesto, cada escena .  Más de doce mil personas arrebatadas llenaban el Wizink Center de Madrid esta noche mágica del 16 de diciembre de 2023 .

  LA noche  – intensa y melodramática – fue la primera a la que seguían en perfecta conjunción clásicos maravillosos de siempre : Digan lo que digan, Cuando tu no estás- una de las máximas joyas de la corona raphaelista –  La canción del trabajo, Cierro mis ojos, estuve enamorado … con las nuevas canciones del álbum Victoria ( compuestas por Pablo López ). Escuchar y sentir los sentimientos de temas como Lo saben mis zapatos o Victoria es una sensación que no se puede describir con palabras , hay que verlo, paladear cada verso, cada ritmo . Raphael es un cantante excepcional con una voz inigualable pero contemplar la interpretación de cada canción es un espectáculo único . Raphael es un género musical en sí mismo y ese es el mayor timbre de gloria de un artista.

Asombra su capacidad para cambiar de registro , emocionar al público con melodías luminosas ( Estar enamorado ) o humedecer las lágrimas con La quiero a morir .  La gente vibra con ese milagro que es Mi gran noche, tema de la película Digan lo que digan ( 1967 ) y que hoy es un referente para millones de personas de generaciones muy posteriores. Y luego están  las que parecen transmitir la propia sensibilidad y biografía del protagonista : El espejo ( fuerza y pasión ), Yo sigo siendo aquel o Volveré a nacer .   Ciertamente la calidad y la belleza de tantas canciones muestra el alto nivel de la producción española en aquellos años sesenta y primeros setenta del siglo XX y el arte de compositores como José Luis Perales o el gran Manuel Alejandro.

Raphael va creciendo en emoción , pide que se enciendan las luces para contemplar el recinto lleno , los aplausos continuos, la cercanía en cada letra, en cada compás y aprovecha para estrenar una canción nueva : Olvidale , magnífica y emotiva.

En los conciertos de Raphael no hay un instante menor, todos son explosiones de jubilo , sentimientos, amor y desamor, arte vivo en  la plena expresión del término . Y aún así se puede señalar que tras El tamborilero ( el mejor villancico de Navidad en la voz de Raphael )

llega la apoteosis : En carne viva ( una absolita obra maestra ), Qué sabe nadie ( toda una declaración personal ) , Llorona, la espectacular Escándalo ( que pone al público en pie ) o una increíble Gracias a la vida que Raphael hace suya acariciando cada línea, cada nota (Gracias a la vida que me ha dado tanto ….)

El instante mágico de Yo soy aquel hay que sentirlo en directo. Las pantallas reflejan diversos instantes de los más de 60 años de la carrera de Raphael , los nuevos arreglos de la mítica canción son espectaculares y cuando el artista arranca a cantar el público se ha fundido ya con la melodía que se ha convertido en himno . Al igual que Como yo te amo que sirve de apoteósico final . Aunque tras los millones de aplausos el artista se arranque, sin música, con la letra de A mi manera. Siempre a su manera . Es la esencia del arte auténtico  : crear un estilo, ser fiel al mismo al tiempo que uno se reinventa cada temporada para vencer al tiempo y atraer nuevos públicos.

Es  evidente que Raphael ha vencido al tiempo   y ha sido capaz de reinventarse – aún siguiendo siendo aquel – en los últimos años hasta el punto de convertirse en un artista de moda permanente  al que todos deben  escuchar y ver en sus conciertos  . Raphael es hoy – una vez más-   el milagro de la comunicación, de una  voz prodigiosa en plena forma , de la magia, de la personalidad en un escenario.

La noche del 16 de diciembre, Raphael que sigue siendo aquel, que se siente de tanta gente (Yo soy de tanta gente ) coronó su concierto con una nueva, espectacular y merecida Victoria.