Quien dijo que Jorge Luis Borges (1899-1986 ) no era uno de los grandes poetas en lengua castellana del siglo XX .
Su arte poética de río, tiempo y agua sublima a Becquer, Campoamor , Unamuno y Manuel Machado para sumergirnos en el jardín de senderos que se bifurcan, en el tiempo que envuelve la condición humana , en el sueño que es a un tiempo, vida y muerte .y en medio del camino, siempre la poesía, inmortal y pobre , hecha con jirones de vida y sentimientos .
Siempre Borges, leer sus obras es recorrer los vericuetos de la belleza.
En el Encuentro de nuestra promoción universitaria (Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid ) en su 25 aniversario , pronuncié unas palabras . Y estos bellos versos de Borges – siempre el tiempo y su fugacidad – cerraron mi intervención .
BORGES
» Mirar el río hecho de tiempo y agua
y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua.
Sentir que la vigilia es otro sueño
que sueña no soñar y que la muerte
que teme nuestra carne es esa muerte
de cada noche, que se llama sueño.
Ver en el día o en el año un símbolo
de los días del hombre y de sus años,
convertir el ultraje de los años
en una música, un rumor y un símbolo,
Ver en la muerte el sueño, en el ocaso
un triste oro, tal es la poesía
que es inmortal y pobre. La poesía
vuelve como la aurora y el ocaso.
A veces en las tardes una cara
nos mira desde el fondo de un espejo;
el arte debe ser como ese espejo
que nos revela nuestra propia cara.
Cuentan que Ulises, harto de prodigios,
lloró de amor al divisar su Ítaca
verde y humilde. El arte es esa Ítaca
de verde eternidad, no de prodigios.
También es como el río interminable
que pasa y queda y es cristal de un mismo
Heráclito inconstante, que es el mismo
y es otro, como el río interminable.»