EL TERCER HOMBRE. EN BUSCA DE HARRY LIME

EL TERCER HOMBRE. EN BUSCA DE HARRY LIME

 

EL TERCER HOMBRE

 

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EL TERCER HOMBRE

14 VISIONES DE UNA OBRA MAESTRA

FELIPE ARRANZ, DAVID. Coordinación

Editorial:SILEX 2024

Compartir una tarde con Juan Ramón López en Málaga, descubrir un lugar secreto y  mágico como el Bar Emily asaeteado de cinefilia, música y recuerdos es un privilegio de las vacaciones . Y máxime cuando la velada termina con el regalo del libro editado por Silex : El tercer hombre ( 14 visiones de una obra maestra ).

 

 

 

Un caleidoscopio en torno a una de las grandes obras maestras del cine , coordinado por David  Felipe Arranz ( tuve la oportunidad de colaborar en otro de sus proyectos : Sean Connery , y en breve saldrá la luz el volumen dedicado a John Wayne ).

El argumento ideado por Graham Greene y Carol Reed es conocido por cualquier cinéfilo :

Viena 1949. La ciudad está bajo el control de las fuerzas militares de las cuatro potencias victoriosas de la guerra. Holly Martins (Joseph Cotten), un joven escritor americano sin un dólar en el bolsillo, viaja a Viena para llevar a cabo un trabajo que le ha ofrecido un antiguo y buen amigo suyo, Harry Lime. Cuando llega, descubre que Lime ha muerto en un extraño accidente de tráfico.

En la brillante presentación del libro llevada a cabo en la librería Luces de Málaga, David Felipe Arranz comentó cómo «El tercer hombre» lleva la firma de Graham Greene, un proyecto de Alexander Korda y London Films en el que hasta David O. Selznick se encargó de la distribución en los Estados Unidos y que nace sobre un encargo concreto de Carol Reed a Greene para una excitante historia de acción que se orientaba en principio al mero entretenimiento: la escritura del guion que transcurría en la durísima Viena de la posguerra acabó convirtiéndose en una de las cumbres de no solo de la historia del cine, sino de la creación artística universal.

Las miradas sobre El tercer hombre pertenecen – además del propio Arranz- a Lucía Cabanelas, Juan Manuel Corral, Rafael Gordon, Manuel Hidalgo, Juan Carlos Laviana, César Antonio Molina, Manuela Partearroyo, Gerardo Sánchez, Eloy Tizón ,  Jaime Vicente Echagüe. Guillermo Busutil , Nuria Verde.

   Cada una de ellas aporta su visión personal, romántica en  César Antonio Molina, literaria en Manuel Hidalgo, transida de recuerdos personales en Nuria Verde y apasionadamente cinéfila en Gerardo Sánchez .

Personalmente tengo El tercer hombre por una de mis películas favoritas, y de un director como Carol Reed ( 1906-1976 ) a quien siempre he admirado . Y no solo en sus títulos de prestigio como El idolo caido o Larga es la noche, sino en otros empeños malentendidos por la crítica convencional como El niño y el unicornio o Trapecio . Palabra mayores son la extraordinaria El tormento y el éxtasis (Reed era uno de los directores  favoritos de Charlton Heston o la maravillosa Oliver que le supuso a Reed el Oscar al mejor director y a la mejor película ).

Graham Greene ha tenido muchas adaptaciones de sus obras al cine, incluida El fugitivo ( 1947 )  de Ford sobre El poder y la gloria. La película fue un fracaso y Greene la detestaba. Pero John Ford la consideraba una de sus favoritas y a mi me parece una obra de  impresionante belleza.

El tercer hombre se convirtió en obra mítica y llevo a Carol Reed al Olimpo de los cineastas, aunque sus detractores enseguida matizaban que Orson Welles había tenido mucho que ver con la película y que la cítara de Karas completaba la fascinación.

Ambos hallazgos se deben a elecciones personales de Reed que no cejó hasta lograr que Welles interpretara a Harry Lime. Lidiar con Alexander Korda productor británico y con nada menos que David O,Selznick para la distribución norteamericana no fue tarea fácil.

En cuanto al compositor austriaco Anton Karas ,  Reed escuchó la melodía que el músico sacaba a su cítara durante una fiesta en la noche vienesa, e insistió a Karas para que tras la finalización de la velada acudiese al hotel, donde podrían grabar algunas canciones que más tarde utilizaría en la banda sonora del filme. El resultado  fue esplendido y  Reed   decidió ofrecer el contrato a Anton Karas.

El estilo visual expresionista de Reed se refuerza con el impresionante   trabajo de  fotografía corrió a cargo del australiano Robert Krasker, que se alzó con el único Oscar de la película en su categoría. Krasker sería años después el responsable de la fotografía de la maravillosa El Cid, de Anthony Mann.

 

Me permito destacar el estudio de Juan Ramón López, extenso, apasionado, rezumante de amor al cine y la música que desmenuza la película a través de sus mejores secuencias y profundiza en su idea de que aún siendo Carol Reed el autor indiscutible de El tercer hombre , la influencia de Orson Welles es poderosa y recorre casi todos los poros de la obra , desde la presencia de su amigo Joseph Cotten ( el hombre discreto , poco brillante pero honrado en una dicotomía similar a la posterior  de la magistral  Sed de Mal  ) hasta los míticos diálogos del reloj de cuco y por supuesto la primera aparición de Harry Lime en escena, uno de los instantes de mayor magia de la historia del cine.

Juan Ramón López rastrea la presencia invisible de Lime en todos los instantes de la historia, la influencia constante de Ciudadano Kane en el ánimo de Reed, el retrato de las calles de Viena, sus sombras ominosas , y  la mirada triste y hermosa de una Alida Valli evanescente, inalcanzable en el personaje de su vida ( y que hubiera encantado a Greta Garbo ) .

 

Todo en mí es contradicción (….) Vivimos entre dos polos

ORSON WELLES

En busca de Harry Lime es el título del estudio de Juan Ramón López. El creador de Cinemasmusic se adentra en la película con la mirada cinéfila de quien siente la seducción de la poesía fílmica, de la imagen en movimiento con sus planos inclinados, de la profundidad de los personajes , los brillantes y contradictorios (Welles y Valli ) y los simples y honestos (Cotten, Trevor Howard ).  Y por supuesto la música de Anton Karas con ese sonido de cítara que acaricia, golpea, seduce, descubre las imágenes y las palabras.

López resume de forma admirable la esencia fílmica de la obra : “Personajes misteriosos que ocultan más de lo que hablan y todo discurre en primeros planos en diagonal desde el ala del sombrero hasta la solapa del abrigo. Creando una extraña sensación de desasosiego e inestabilidad que contrasta con la arquitectura, los hoteles, las calles , los edificios y portales de la monumental Viena”.

Los planos inclinados en diagonal protagonizan la imagen y Juan Ramón López nos recuerda la broma que William Wyler le gastaba a Carol Reed sobre el asunto ( el lector lo descubrirá al leer las páginas del texto ).

Welles o Reed ¿. Desde luego Reed pero con la influencia constante de Welles, si el autor de Ciudadano Kane vio docenas de veces La diligencia de Ford antes de empezar, es evidente que el autor de Oliver se empapó hasta el límite de Ciudadano Kane para acometer su obra magna .

El gato y la cítara – continúa Juan Ramón López – y la cítara y el gato , y la noria . otra secuencia inolvidable –  . Animo a cinéfilos y a lectores a descubrir el relato de este magnífico estudio que les llevara por todas y cada una de las secuencias míticas de la película, sus anécdotas de rodaje, sus misterios hasta desembocar en el capítulo definitivo : De las cloacas de Viena al segundo entierro de Harry Lime y a la mítica secuencia final.

La amistad atrapada por una decisión moral, la irresistible fascinación del monstruo Harry Lime ( Truffaut llegó a decir que se alegraba de que el físico de Welles no le permitiera interpretar a Hitler pues de lo contrario le hubiera terminado por compadecer , como al extraño de The stranger, el policía corrupto de Sed de mal o el despiadado Harry Lime )

La búsqueda de Lime termina con su desaparición definitiva, pero la mirada fría, vacía y tortuosa de la bellísima Alida Valli dibuja en la escena final la paradoja constante de la moral, el amor, el desamor, la lealtad, la traición.

 

La búsqueda puede que no tenga fin, y la perenne fascinación del cine – y del arte – tal vez sea la añoranza continua de ese equilibrio imposible, de esa felicidad que se escapa de entre las manos y se pierde en los vericuetos físicos y morales de las cloacas de Viena o de los vacíos del alma .

Una película magistral . El tercer hombre , catorce miradas en un libro extraordinario coordinado por David  Felipe Arranz y un estudio imprescindible de Juan Ramón López para volver a ver , una vez más, la película de Carol Reed y admirar- como siempre – a  un genio como Orson Welles.

 

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