En el libro McCarthy o la historia ignorada del cine(Criterio Libros, 2001) tuve la oportunidad de investigar a fondo la biografía y acción política de Joseph McCarthy, además de introducirme en el proceloso mundo de la política norteamericana. Dos importantes conclusiones que desdicen la referencia tópica al cine . McCarthy no tuvo nada que ver con el mundo del cine, sus investigaciones – muchas reveladas ciertas tras la desclasificación de los archivos VENONA – se centraron el Departamento de Estado y en el Ejército.
- El Comité de Actividades Antiamericanas, HUAC, fue creado en tiempos de Roosevelt, (concretamente en 1937, siendo su primer encargado el político demócrata Martín Dies) es una organización con el objeto de perseguir sabotajes y actividades delictivas, cuyo objetivo originario fueron los grupos nazis americanos, y que después –en tiempos de la Guerra Fría– se extendió a los comunistas. En colaboración con el FBI actuó contra estos grupos en 1947 (cuando McCarthy era un perfecto desconocido) y fue el responsable de toda la investigación que se realizó en el mundo del cine. McCarthy jamás tuvo que ver con este Comité, no participó en sus interrogatorios y nunca llegó a relacionarse con estrella de cine alguna.
- Hollywood se organizó enseguida contra los rumores de infiltración comunista en el cine y en la cultural. En 1944 se fundó a Alianza para la Preservación de los Ideales Estadounidenses (MPA, por sus siglas en inglés). Entre sus miembros activos y fundadores nada menos que Walt Disney, John Ford, Cecil B. DeMille, Gary Cooper, Barbara Stanwyck, Ginger Rogers, King Vidor , Ronald Reagan, Leo McCarey. Clark Gable, Frank Capra, Sam Wood, George Marshall, Adolphe Menjou, Robert Montgomey, Virginia Mayo, Robert Taylor , Ward Bond , Maureen O, Hara, Rhonda Fleming y su presidente en 1948 : John Wayne.
Cecil B. de Mille . Íntegro, libre e independiente
De Mille fue un hombre integro, libre e independiente, políticamente incorrecto: Además De Mille intervenía activamente en programas de radio, cultivaba su imagen de cineasta con estilo propio, despreciaba a esa crítica convencional que siempre menospreciaba su trabajo tal vez por la envidia de su éxito o por continuar siendo fiel a su estilo personal. Y es que De Mille siguió imponiendo su forma de hacer cine tanto en 1923 como en 1956 sin perder ni un ápice de su éxito. No tuvo influencias cinematográficas de nadie, solo de sí mismo .
La verdad del conflicto en la Screen directors Guild
Es cierto que De Mille estaba preocupado por la infiltración comunista en el mundo de la cultura,. Y como cuenta James Ulmer ( A Guild divided. 2011 ) :
DeMille ya le había dicho a un grupo selecto, incluido Capra, que había recibido noticias de una fuente muy confiable en Washington de que McCarthy estaba persiguiendo a Hollywood y tenía la vista puesta en el Sindicato de Directores. Así que, presumiblemente, para difuminar eso, el propósito de la reunión era redactar un nuevo estatuto que hiciera obligatorio que todos los miembros actuales y futuros del gremio, y no solo la junta en sí, firmaran un juramento de lealtad no comunista.
Cecil B. DeMille decidió proponer un requisito nuevo a los socios : un juramento de lealtad a los ideales americanos ( y por consiguiente de rechazo del comunismo ). Hay que indicar que De Mille había apoyado el nombramiento de Mankiewicz – que era un republicano moderado – por lo que se sintió decepcionado por el distanciamiento ,
Este era el juramento :
“I am not a member of the Communist Party or affiliated with such party, and I do not believe in, and I am not a member nor do I support any organization that believes in or teaches the overthrow of the United States government by force or by any illegal or unconstitutional methods.
( no soy miembro del Partido Comunista ni estoy afiliado a dicho partido, y no creo, y no soy miembro ni apoyo a ninguna organización que crea o enseñe el derrocamiento del gobierno de los Estados Unidos por la fuerza o por cualquier método ilegal o inconstitucional.).
Durante todo ese año de 1950 se produjeron numerosos movimientos políticos en el Screen Director´s Guild . De Mille aprovechó un viaje a Francia de Mankiewicz y comenzó a maniobrar para provocar la destitución de aquel. La Junta Directiva se dividió profundamente, así como los propios asociados. Cecil B de Mille comenzó a reunir a sus partidarios, logró el apoyo mediático de las famosas Hedda Hopper y Louella Parsons. Se precisaban 167 votos ( el 60 por ciento del Gremio ).
Mankiewicz convocó a sus simpatizantes (Wilder, Wyler, Huston, Kazan, Brooks , a los que se unirían Minnelli y Ray ). Decidieron presentar una petición de apoyo a Mankiewicz y en contra del juramento . El enfrentamiento estaba ya dispuesto.
Ulmer ( DGA Quarterly Magazine | Spring 2011 | Features – Loyalty Oath) continúa el relato de los hechos :
George Stevens procedió a iniciar su propia investigación, Mientras las fuerzas de Mankiewicz corrían hacia los teléfonos para presionar a los miembros para que no firmaran sus boletas de destitución, la facción de DeMille encendió su última salida para justificar la destitución y exprimir su cuota de votos.
Se envió un telegrama de cuatro páginas a los 278 miembros de alto rango alegando que Mankiewicz había «repudiado el voto democrático de sus miembros», «se enfrentó a su junta directiva» y había hecho acusaciones «falsas e incendiarias» de una «lista negra».
Las fuerzas de DeMille, sin embargo, no pudieron detener la petición de Mankiewicz, que fue entregada el lunes por la mañana. Ahora la junta estaba obligada a celebrar una asamblea de los miembros, que fue convocada para la noche del domingo 22 de octubre de 1950.
Ciertamente George Stevens ayudó con su templanza a salvar la situación evitando la ruptura total de la Asociación.
El 22 de octubre de 1950 se produjo la tormentosa reunión de directores que se ha repetido una y otra vez en los libros de cine y en los artículos de revistas y “ blogs”.
Hasta la saciedad se ha repetido que Mankiewicz se vió contra las cuerdas hasta la intervención de John Ford : ‘Hago películas del Oeste’. Hizo un elogio de las películas de DeMille como director. ‘No creo que haya nadie en esta sala’, dijo, ‘que sepa mejor lo que quiere el público estadounidense que Cecil B. DeMille, y desde luego sabe darle lo que quiere’. Luego miró directamente a DeMille, que estaba sentado frente a él. ‘Pero no me gustas C. B.’, le dijo, ‘y no me gusta lo que has estado diciendo aquí hoy. Propongo que demos a Joe [Mankiewicz] un voto de confianza y luego nos vayamos a casa a dormir un poco’.
Las perezosas conclusiones – a veces ignorantes y otras decididamente manipuladas – hablan del presunto enfrentamiento entre Ford y De Mille, del “ aislamiento “ del autor de Los Diez Mandamientos , Nada más lejos de la realidad .
Es cierto que como narra James Ulmer : DeMille cometió su primer error estratégico. Ansioso por mostrar las influencias extranjeras que actuaban en el Gremio, leyó una lista de presuntas organizaciones del «Frente Rojo» a las que pertenecían los 25 firmantes, sugiriendo que si Mankiewicz permanecía como presidente, sus partidarios de izquierda se harían cargo del Gremio. Eso desencadenó un torrente de abucheos y silbidos de la sala abarrotada, dejando a DeMille claramente conmocionado mientras se sentaba.
Y la situación dejó de estar bajo su control : Con el fin de enfrentarse a DeMille, Edmund Hartman pronunció la frase más audaz de la noche: «Sr. DeMille, tengo cargos contra usted… Te acuso de mala conducta en el Gremio y pido tu renuncia». Sus palabras fueron recibidas con aplausos. Aunque la moción fue secundada, más tarde sería retirada en un intento por la unidad del gremio.
- De Mille no estuvo solo sino apoyado por gigantes como King Vidor, Leo McCarey y Frank Capra, además de otros directores como George Marshall o Sam Wood ( éste hasta su fallecimiento acontecido unos meses antes )
- De Mille había estrenado en 1950 , Sansón y Dalila, la película más taquillera del año, en 1952 El mayor espectáculo del mundo, Oscar a la mejor película y la de mayor éxito de la temporada, y en 1956 Los Diez Mandamientos, una de las diez películas más taquilleras de la historia del cine y una obra maestra absoluta.
John Ford en apoyo de Cecil B. de Mille
Pero hay más en 2011 se descubrió la transcripción integra de la sesión . Y la sorpresa para muchos será grande al conocer la verdad de lo sucedido y que desmienta la retahíla de inexactitudes cuando no falsedades de la versión tópica.
El dato de las actas no deja lugar a dudas y pone cada acción en su verdadero lugar . En mi libro sobre Cecil B de Mille (Cileh 1991 ) ya dudaba yo del sentido del resumen convencional de lo sucedido aquellos días, pero no tenía más datos. En mi segundo libro : Cecil B. De Mille, un director de leyenda (Amarcord 2023, en colaboración con Juanma de la Poza ) aportaba ya algunos datos novedosos como la nota manuscrita de agradecimiento que Ford envió a De Mille unos días después . (Quiero expresarte por escrito que ayer 22 de octubre te comportaste como un gran caballero «.)
Pero ahora ya conocemos toda la verdad. Y lo cierto es que sólo hay que buscarla :
Kevin Brianton, Hollywood Divided: The 1950 Screen Directors Guild and the Impact of the blacklist, Lexington: University of Kentucky Press, 2016
https://www.latimes.com/archives/la-xpm-2001-jun-03-tm-5876-story.html
Run of DeMilleRed Scare, Blacklist and a Directorial Feud –
Brianton señala taxativo : Sin la intervención de Ford, De Mille no hubiera sobrevivido a aquel encuentro »
Se encuentra integra en Wikipedia ( pero en la versión amplia en ingles ) https://en.wikipedia.org/wiki/John_Ford
Es decir , basta con buscar, encontrar y leer.
La versión de Mankiewicz fue cuestionada en 2016, con el descubrimiento de la transcripción del juicio, que se publicó como parte de los archivos de Mankiewicz. El relato de Mankiewicz atribuye exclusivamente a Ford el hundimiento de DeMille. El relato contiene varios detalles. La decisión de DeMille de despedir a Mankiewicz provocó una oleada de protestas. DeMille fue prácticamente el blanco de un torrente de ataques de muchos oradores durante la reunión y, en un momento dado, pareció que lo habían expulsado de la junta directiva del gremio.
En ese momento, Ford se levantó para hablar. Su primera intervención fue en defensa de la junta. Reivindicó su participación personal en un voto de confianza a Joseph Mankiewicz. Luego pidió el fin de la política en el gremio y que este se centrara en las condiciones laborales. Ford declaró en la reunión que el gremio se formó para «protegernos de los productores». Ford se opuso a «difundir información despectiva sobre un director, ya sea comunista, que golpee a su suegra o que golpee a los perros». Ford quería que el debate y la reunión terminaran, ya que su prioridad era la unidad del gremio. Dijo que Mankiewicz había sido vilipendiado y merecía una disculpa. Su último párrafo fue apoyar a DeMille contra nuevas peticiones de renuncia. Las palabras de Ford sobre DeMille fueron: «Y creo que algunas de las acusaciones hechas aquí esta noche fueron bastante antiamericanas. Es decir, un grupo de hombres se ha metido con probablemente el decano de nuestra profesión. No estoy de acuerdo con C. B. DeMille. Lo admiro. No me cae bien, pero lo admiro. Todo lo que dijo esta noche tenía derecho a decirlo. No me gusta oír acusaciones en su contra». Concluyó «suplicando» a los miembros que mantuvieran a DeMille en su cargo.
Ford temía que la salida de DeMille pudiera haber desintegrado el organismo. Su segunda medida fue la renuncia de toda la junta directiva, lo que salvó la imagen de DeMille y permitió resolver el asunto sin renuncias forzadas. Al día siguiente, Ford escribió una carta de apoyo a DeMille y luego llamó por teléfono, donde lo describió como «una figura magnífica», muy por encima de esa «maldita panda de ratas».
En una reunión acalorada y ardua, Ford salió en defensa de un colega que estaba siendo atacado constantemente por sus compañeros. Vio los peligros de expulsar a DeMille. Ford se enfrentó a toda la reunión para asegurarse de que DeMille permaneciera en el gremio. Posteriormente, presentó su propia renuncia, como parte de toda la junta, para asegurar que el gremio no se desmoronara y permitir que DeMille se marchara sin perder prestigio.
La agotadora sesión concluyó a las 2.30 de la madrugada del día siguiente,
Es decir, basta con atender a los datos para derribar toda la leyenda urbana tejida en torno a aquel suceso . El resumen un tanto breve que Peter Bogdanovich hiciera en su popular libro sobre John Ford se extendió por doquier, aunque algunos ya lo enmarcábamos en un contexto y con un dato indudable : el éxito de publico y el apoyo de la industria ( con Oscar incluido ) a De Mille. Pero a partir de 2016 la percepción varia no poco. Aquella noche hubo un enfrentamiento duro entre las facciones de izquierda y derecha de los directores de cine. Mankiewicz tuvo el apoyo de numerosos colegas (John Huston fue uno de los más activos ) y Ford únicamente medió para hacer las paces. Pero cuando comprobó el acoso al que De Mille estaba siendo sometido no dudó en ponerse de su lado . Además como hemos visto De Mille también contó a su lado con cineastas del peso de Capra, McCarey o Vidor.
Otro documento importante lo encontramos como hemos señalado antes en : DGA Quarterly Magazine | Spring 2011 | Features – Loyalty Oath
» «Terminé a la mañana siguiente con el control del Gremio«, dijo Mankiewicz. «Y yo no sabía muy bien cómo hacer para ser el Gremio por mí mismo, así que conseguí a King Vidor y George Stevens y algunos otros presidentes anteriores y contratamos a Joe Youngerman [como secretario ejecutivo]. »
(…)
Cuando Mankiewicz fue nominado para otro mandato como presidente en 1951 (nada menos que por DeMille), se negó, señalando que planeaba regresar al este. Fue reemplazado por el centrista George Sidney.
Mankiewicz continuó su brillante carrera con obras maestras como De repente el ultimo verano ( además de los Oscar de la magnífica Eva al desnudo ). Katharine Hepburn no hablaba bien de él por lo mal que parece trató a Monty Clift en la primera película mencionada. Y su Cleopatra de 1962 demostró que el cine épico no era lo suyo .
John Ford apoyó a los candidatos republicanos a partir de 1950, especialmente el intento de candidatura presidencial republicana compuesta por Robert Taft y Douglas MacArthur en lo que coincidió con De Mille por cierto , Eisenhower ganó las primarias en aquella ocasión .
Declaró haber votado por Barry Goldwater en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 1964, haber apoyado a Richard Nixon en 1968 En 1973, el presidente Nixon, cuya campaña había apoyado públicamente, le concedió la Medalla de la Libertad. En 1966, apoyó a Ronald Reagan en su campaña para gobernador de California y de nuevo para su reelección en 1970. Ford siguió haciendo obras maestras hasta el final (Siete mujeres 1966 la última de su prodigiosa carrera ).
Cecil B. de Mille fue un ilustre conservador , lo que no le impidió contratar – dándole la oportunidad de su vida – al gran Elmer Bernstein para la banda sonora de la prodigiosa Los Diez Mandamientos . O de recuperar para la misma película a otro de los más grandes, Edward G. Robinson. El actor – muy distante ideológicamente de De Mille y víctima de las listas grises que desaconsejaban su contratación por su vinculaciones políticas – – escribe noblemente en sus memorias (Todos mis ayeres. CULT BOOKS 2024, esplendida edición y traducción de Ananda Segarra ) :
“No había en Hollywood una figura más patriarcal y conservadora que Cecil B. De Mille, Tampoco nadie con mayor sentido de la justicia y la decencia .Cecil B. de Mille me devolvió al cine. Cecil B.De Mille me devolvió la autoestima
LA historia debe contarse como realmente fue y de modo íntegro , sin oscuridad ni manipulaciones.
